- Asombroso mundo, el que me espera,
a veces no siento,
el dolor de pies en la cama
por el camino sediento
que recorro, en esta esfera
de mundo.
- Me otorgo como andante
la experiencia, bañada
en mi ser, como el comandante
entre mil tropas y aun con la mirada
llena, desafiante pero elegante
sigo sin miedo.
- No me trabo, al envainar mi palabra,
porque en ella esta el fruto
de mi alma pecadora,
ya que a veces, no disfruto
de la acción hacedora
y en mi quedo olvidado.
- Pues como un impulso, colgante
queda la armadura blindada
de oro, a veces es vacilante
y de mi ser, sale armada
a enfrentarse al presente,
pero conmovida queda
al verlo tan estropeado.
- Y digo, hoy alguien me protegerá
bajo este cielo, en este momento
que mas que, de mi mano me tira
este lamento secreto,
que solo nuestra aurora
sabe, entonces e aquí quieto
me quedo sentado.
- La noche vendrá y elocuente
me seducirá decidida,
porque mi alma no es importante,
si no mis sueños en esta vida,
donde la luna protege al caminante,
pues mudo y con sombrero
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